Si algo nos están dejando claro los tiempos que corren es que las TIC cada vez van teniendo más peso en la sociedad y en la cultura. Son tiempos de smartphones, tablets, websites, e-mails, redes sociales, blogs, plataformas... Todo ello está, a diario, al nuestro alcance y al de nuestros alumnos. Y mientras nosotros nos vamos haciendo, unos con más destreza que otros, a estos dispositivos que aparecen y se descatalogan a una velocidad vertiginosa, los niños de este tiempo son verdaderos genios en el uso de estas maquinitas con las que están creciendo, entre otras razones, porque han nacido en este tiempo en que todo va mucho más deprisa que cuando nosotros teníamos su edad.
Es verdad que los que ya peinamos alguna cana y aquellos que pertenecen a generaciones anteriores a la nuestra sabemos que los niños de hoy se están perdiendo muchas cosas que nosotros tuvimos la suerte de disfrutar a sus años. Pero no es menos cierto que, en lo que a los docentes respecta por el hecho incuestionable de pasar gran parte de nuestro tiempo (y el suyo) junto a ellos, estamos ante la obligación moral de estar actualizados constantemente en lo que al mundo de las TIC se refiere. Al menos aquellas que pueden (deben) estar presentes en el aula.
Estamos en un camino que nos llevará, queramos o no, nos guste más o nos guste menos, a la renovación sistemática del concepto de colegio que tenemos hoy en día, en el que las libretas serán (están siendo) sustituidas por ordenadores y éstos, a su vez, por tabletas digitales; los libros de papel por los digitales; las mochilas, por lápices de memoria. El cambio está aquí y debemos ser parte de él.
Estamos en un camino que nos llevará, queramos o no, nos guste más o nos guste menos, a la renovación sistemática del concepto de colegio que tenemos hoy en día, en el que las libretas serán (están siendo) sustituidas por ordenadores y éstos, a su vez, por tabletas digitales; los libros de papel por los digitales; las mochilas, por lápices de memoria. El cambio está aquí y debemos ser parte de él.
Son muchos los que se escandalizan cuando en la prensa sale alguna noticia acerca de delitos que tienen algo que ver con internet o las redes sociales, por poner algún ejemplo. La gran parte de la culpa está en que a esos niños y niñas de edades entre la infancia más tierna o la adolescencia, nadie les ha enseñado que internet no es sólo un lugar de ocio que puede llegar a ser muy peligroso, sino que también es una maravillosa herramienta de trabajo que les abre infinidad de posibilidades de aprendizaje y comunicación.
Si todos los profesores que estamos con ellos en las clases actuásemos de forma natural con las TIC que tenemos a nuestro alcance como herramientas de enseñanza y las integrásemos realmente en nuestra labor docente, quizá para ellos fuese algo tan natural como la tiza o las libretas. Y es que no es lo mismo tener un ordenador en el aula que usarlo. Ni es lo mismo usarlo de vez en cuando que hacerlo a diario, sin que suponga algo excepcional.
Para ello es urgente que nos familiaricemos con algunas de las aplicaciones y herramientas a nuestro alcance, que son muchas. Cualquiera de nosotros puede, sin mayores problemas, gestionar un blog de la clase, preparar presentaciones online para los alumnos, integrar la comunicación por correo electrónico en las relaciones con las familias... Cualquiera que esté dispuesto, por supuesto. El mayor handicap que nos encontramos no es la ignorancia en la materia, sino el acomodo de métodos que llamamos tradicionales pero que, en realidad, deberíamos denominar como obsoletos.
Nosotros, que hemos vivido la época en la que no había nada de esto, que los trabajos se hacían a mano y con libros cogidos de la biblioteca municipal, que copiamos datos y biografías de enciclopedias que pesaban a tanto como nosotros, que sabemos, pues, entender lo apasionante que es el cambio que ha habido a lo largo de estos años, tenemos la maravillosa ocasión de hacer entender a nuestros alumnos que tienen ante sí la oportunidad de gestionar una cantidad ingente de recursos. Y de hacerlo bien. Todo lo demás, será negar la realidad que nos está tocando vivir, que nos rodea y de la cual somos partícipes. Igual que nuestros alumnos.
Uno, desde su escasa capacidad, pero con mucha ilusión, va haciendo sus pinitos. Por si a alguien le puede servir, dejo aquí el blog que estamos desarrollando para los alumnos y familias de mi tutoría. Próximamente comenzaremos a trabajar con la plataforma Edmodo y con programas como Prezi. Pero poco a poco y sin descuidar lo demás.
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