domingo, 11 de marzo de 2012

PUNTOS DE VISTA

Están cerca las notas de la segunda evaluación en todos los niveles educativos y eso, como siempre, trae consigo dos cosas de forma inevitable: proliferan los exámenes y, por otro lado, aunque muy estrechamente relacionado, aumentan también las solicitudes de tutorías por parte de las familias. Se trata, sin duda, de un momento importante del curso y hay que estar al tanto de cómo va el niño o la niña en clase, de conocer el pensamiento del tutor sobre el desarrollo del curso.





Al hilo de esa proliferación de exámenes (y evitando caer en la tentación de hacer un análisis en profundidad de las tutorías con las familias), es muy fácil estos días escuchar, a la salida del colegio, cuando uno se encamina a su coche para irse a casa, cómo las madres (son mayoría las que van a recoger a sus hijos) preguntan a los niños por los exámenes. Hasta ahí todo normal y lógico. Lo curiosos, lo que me ha llamado la atención en estos últimos días es las diferentes preguntas que se utilizan para preguntar por lo mismo y el trasfondo que conlleva cada una de ellas.






Haciendo un repaso, puedo recordar las siguientes:

1.- "¿Qué tal el examen? ¿Fue fácil?" (dicho por la madre de un niño de 3º de Primaria)

De aquí no es muy complicado sacar la importancia que, para esa madre, tenía, al menos en la ocasión a la que hago referencia, la dificultad del control. Al parecer por encima, incluso, del trabajo de su hijo, de lo preparado que lo llevase. 

¿Duda esta señora de la capacidad de su hijo? ¿Cree que la forma de que su hijo apruebe es que los exámenes sean fáciles? ¿Busca de antemano una excusa en caso de que el niño no obtenga una buena nota?



2.- "¿Qué tal el examen? ¿Respondiste todo?" (dicho por una madre de una niña de 6º de Primaria)

¿Suele dejar esa alumna alguna pregunta en blanco? ¿Duda la buena señora que su hija haya sido capaz, por no saber o por lenta, de responder a todas las preguntas? ¿Es que no había estudiado todo lo que entraba y quizá le pusieron alguna pregunta sobre eso que había dejado?



3.- ¿Qué tal os salió a todos el examen? (dicho por una madre de 5º de Primaria a su hijo y a tres compañeros más)

¿Qué busca esta señora con la pregunta? ¿Una coartada por si a su hijo le ha salido mal? 








Quiero pensar que se trata, simplemente, de preguntas sin un doble sentido o intención. Supongo que dependerá de la forma de expresarse de cada persona. La cuestión es si estas preguntas, sus posibles respuestas y las conversaciones posteriores que una y otras generen, especialmente cuando se les entregan los resultados de esos exámenes, se ajustan a la realidad del trabaja o realizado y del resultado obtenido de forma justa.

Igual son palabras mayores.

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