En el que será el último post sobre la estancia que hace ya tres semanas comenzamos en Gales (hay que ver cómo pasa el tiempo) hablaré sobre cómo nos fue a los profesores que fuimos hasta allí con los alumnos.
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Probando el tiro con arco. |
Si tuviera que describir con una sola palabra la experiencia que tuvimos durante la semana que estuvimos en el Reino Unido, me sería del todo imposible elegir entre la multitud de adjetivos que se me vienen a la mente. Maravillosa, espectacular, memorable, divertida... y qué se yo cuántas más.
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Dándole al aeroball |
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David en el aeroball. |
Para ir por partes, diré que fuimos hasta allí cuatro profesores del colegio y que nos acompañó una chica de Nubra, la empresa con la que habíamos contratado el viaje y de la que solo podemos contar cosas buenas, ya que se integró desde el primer momento como una más de nosotros y siempre tuvo una respuesta inmediata ante las dudas o problemas que le pudimos plantear.
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En el caving con una alumna. |
Nos fuimos de Asturias con 41 alumnos y alumnas de secundaria que, en un principio, pensábamos que se portarían bien aunque, seguramente, aprovecharían el hecho de estar fuera de casa para armar alguna, no dormir... esas cosas tan típicas a su edad. Lo que no esperábamos, de ninguna manera, es el comportamiento ejemplar que tuvieron en todo momento. Es cierto que hubo, los primeros días, las típicas quejas sobre la comida y el horario ingleses, pero eso fue todo, así que podemos estar encantados con su comportamiento.
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Un poco de líquidos para reponernos del desgaste. |
Nuestra semana en Denbigh fue muy tranquila. Tras desayunar, los alumnos tenían dos sesiones de hora y media de clase cada una de ellas. Solo pudimos acudir a esas sesiones un par de veces a ver los resultados de dos proyectos que realizaron, uno junto a los alumnos rusos el primer día, y otro ellos solos el día antes de ir a Liverpool. Por este motivo, teníamos un par de ratos libres, antes y después del descanso entre clases, por las mañanas.
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Un billar no podía faltar. |
Después de las clases era la hora de la comida y, a continuación, comenzaban las actividades deportivas, por las que íbamos pasando a comprobar la destreza (la de unos más que la de otros) de nuestros alumnos en las distintas postas que ya comenté en mi post anterior.
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Futbolecciones. Todavía estamos para machacar a los chavales, rusos incluidos. |
Justo cuando terminaban estas actividades, comenzaban las siguientes, en las que podían escoger entre muchas alternativas, así que tocaba otra rondita de paseo al sol galés que tan agradable nos hizo la estancia allí. Y en ese momento también tuvimos tiempo de recibir lecciones de tiro con arco y de aeroball, un juego que fue la auténtica sensación entre alumnos y profesores.
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David y Madre Elena antes de entrar al Beatles Museum. |
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El hombre más feliz del mundo. Qué gusto verle disfrutar. |
Tras tanto desgaste físico, a las 6 era la hora de la cena y de las actividades nocturnas, que significaban nuestro momento diario de tiempo libre, ya que los monitores insistían, con esa forma tan educadamente y a la vez impositiva inglesa, en que no estuviéramos presentes, que era su responsabilidad. Un par de días salimos al pueblo a conocer los negocios hosteleros y testar el sabor galés de la cerveza, además de un billarín. El resto nos dedicamos a buscar un ordenador para mandar fotos al colegio para que las subieran a la web y las familias pudieran ver lo que sus hijos estaban disfrutando.
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Con John Lennon, a la puerta de The Cavern. |
Si a todo esto añadimos la excursión a Chester, un precioso pueblito inglés con mucha presencia romana en la antigüedad y que aún hoy conserva buena parte de sus murallas, anfiteatros y alguna ruina de la época; y la tan ansiada por todos visita a Liverpool, donde pudimos ver el Beatles Museum, una muestra recién estrenada sobre el Titanic, justo cuando estos días se ha cumplido el centenario de su hundimiento, The Cavern (cervecita incluida), el mítico bar donde los Beatles se hicieron famosos, y un poco de shopping por una gran zona comercial de la ciudad, podemos concluir con la sensación de haber pasado una gran semana.
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Una visita a la Caverna sin tomar algo no es visita ni es nada. |
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En directo, por Telecaverna. |
Al menos yo, la disfruté como un enano y, como de bien nacidos es ser agradecidos, he de dar las gracias a la Directora por darnos la oportunidad de ir; a mis compañeros por la gran semana que tuvimos; a los alumnos, por lo bien que se portaron y el buen ambiente que tuvimos entre todos y, por último, a la organización de UKLC y StarsGroup, que nos brindaron una estancia maravillosa.
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